El martes en la madrugada el arzobispo llegó hasta Los Ángeles, para dar inicio a la visita pastoral a la parroquia San Miguel Arcángel, de California.

Se inició con la liturgia para los miembros del consejo pastoral parroquial.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a la oración, para implorar del Señor la reconciliación y la paz sobre toda la parroquia.

Los hermanos oraron con intensidad, especialmente ante los desafíos que se afrontan actualmente.

Las actividades litúrgicas con el Consejo Pastoral concluyeron con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Jorge.

Los hermanos se acercaron, en su totalidad a comulgar con los divinos misterios.

Seguidamente, se celebró la reunión mensual del Consejo Pastoral de la parroquia San Miguel Arcángel, para evaluar la marcha de los programas parroquiales.

Se constató que se han comenzado varias iniciativas, las cuales están aún pendientes de evaluación.

El miércoles 29, por la noche, el arzobispo lo dedicó para hacer la visita de las dos comunidades que se ubican en el centro de la ciudad de Los Ángeles.

Se comenzó, por la noche, administrando la reconciliación a los hermanos de la comunidad Poder del Espíritu Santo.

Después de la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a suplicar del Señor una actitud de auténtica conversión, para verse libres de los peligros.

Los hermanos oraron con intensidad y durante largo tiempo.

La visita a la comunidad Poder del Espíritu Santo culminó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y contó con la participación de los ministros de la comunidad.

Se dio gracias al Señor por todas las bendiciones recibidas.

Ya entrada la noche, el arzobispo visitó la comunidad Pacto Divino, ubicada también el corazón del centro de la ciudad de Los Ángeles, California.

Se administró el sacramento de la reconciliación, después de animar a confesarse pecadores.

Se oró con intensidad para implorar del Señor la gracia de volver el corazón hacia Él, especialmente en las situaciones concretas que se viven en este momento.

También se oró para implorar por las autoridades públicas, para que cumplan la voluntad de Dios y busquen alcanzar el bien común.

Una familia que se ha integrado recientemente, pidió que se prepara a su niña para recibir la iniciación cristiana, por lo que, en esta ocasión se bendijo a los papás que comenzarán la preparación catequética.

Además, se bendijo a una familia, con su niña, que cumplía años, así como a otra familia que se estaba reintegrando, después de haber pasado un tiempo en México.

La visita a la comunidad Pacto Divino, tuvo su momento culminante con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con espíritu de especial devoción, esperando que poco a poco, la totalidad de sus miembros pueda comulgar con los divinos misterios.

El jueves 30, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Ministerio El Pescador, ubicada en el centro sur de la ciudad de Los Ángeles, California.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de la confesión humilde de los pecados.

El arzobispo indicó que, ante la situación particular que se vive en los Estados Unidos actualmente, hay dos cosas que son fundamentales: la conversión y la oración por las autoridades.

En ese contexto, los hermanos oraron con intensidad, respondiendo a la invitación del arzobispo.

Finalmente, se llevó a cabo, como momento culminante de la visita, la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por Mor Santiago Eduardo.

Los hermanos participaron con profunda devoción y, en gran número, recibieron los divinos misterios.

El viernes 31 de enero, el arzobispo presidió una serie de celebraciones en la sede de la Parroquia de San Miguel Arcángel, East Rancho Domínguez, destinadas, específicamente, a los catequistas de la parroquia.

Se inició administrando el sacramento de la reconciliación, después de haber hecho una invitación a la conversión y al arrepentimiento.

Como respuesta a la situación que viven los Estados Unidos actualmente, el arzobispo ha insistido en que desde la fe, es indispensable rechazar la tentación del pánico, pues la respuesta tiene que ser la de la conversión y la oración por las autoridades.

Por los mismo, invitó a los hermanos a entrar en un tiempo de oración, para ser capaces de responder como auténticos creyentes ante los desafíos actuals.

Seguidamente, como suele hacerse los viernes, cuando el arzobispo visita la parroquia, se invitó a los hermanos a participar en la unción con el óleo santo.

De acuerdo a la fe, el Señor, a quien se acerca con corazón humilde y confianza incondicional, a través del sacramento otorga la sanación integral, tanto espiritual como física.

Después de la unción de los enfermos, la celebración encontró su momento más importante, con la celebración de la divina liturgia, como continuación en el tiempo, del misterio de la encarnación.

La celebración fue presidida por el arzobispo y los hermanos participaron con fe devota y profunda.

Las actividades parroquiales del mes de enero culminaron con la formación que impartió el arzobispo a quienes estaban participando en las celebraciones.

En esta ocasión, el arzobispo hizo nuevamente énfasis en que la fe es siempre un don que viene de lo alto y no una posesión o una creencia, de donde es urgente mantenerse constantemente en actitud de sincera vigilancia.